Compromisos conmigo
Es bueno estar de regreso, aunque una ausencia (por no decir pausa e incurrir en ciclos mentales paradógicos) de un mes no es tanto. Tengo algunos monstruos y quimeras que combatir, uno de ellos es el aparato académico-selectivo de la UNAM. No contentos con hacerme sentir de 5mm de altura ahora resulta que debo cambiar la dirección de mi proyecto de tesis, me queda una semana de las dos que me dieron para redimirme. Hoy sé que se tratará de Salinger y su fabuloso "The catcher in the rye", esperemos que lo vean con mejores ojos. El hombre de la mirada perdida y de las escasas palabras que funjió como inquisidor en la tan sufrida "entrevista" tal vez piense dos veces antes de criticar mi "formación ecléctica" cuando se dé cuenta de que también he aprendido a partir madres cuando me enfurezco.
Otro monstruo es la frustración. Uno se cansa de tener que encontrar explicaciones y justificaciones racionales para todo lo que pensamos y hacemos. ¿A dónde queda la viscera, el instinto y sobre todo las hormonas? ¿Por cuál cruel designio me ha tocado tener que hacerlo tantas veces? La frustración es causada por la falta de interés general en lo que a mi entender es de imortancia suficiente como para ser estudiado. Ahora no me queda más que olvidarme de Giselle, de Coppelia, de Odette y de todo tipo de Sílfide etérea, ni yo he podido traerlas lo suficientemente cerca de la tierra como para que las dejen de mirar con escepticismo.
El hombre de las pocas palabras se aseguró de dejarme muy claro que esta vez debo concentrarme en textos escritos... vaya necio. Ya sé que parecen patadas de ahogada, e intentos de mi ego por salir bien librado de todo esto pero esta vez sé que tengo razón, o la tuve ya no me acuerdo.
¿Que entendemos por eclecticismo? De acuerdo con la RAE: Escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.. mhm... no suena tan mal ¿o si? sobre todo si consideramos que lo que quiero estudiar es una maestría en literatura COMPARADA.
De niña veía Candi-Candi y escuchaba a Frank Sinatra. Después me dio por ver y ver y ver Alicia en el país de las maravillas y escuchar a los Beatles. Luego me dio por leer y escuchar a Chopin (en ese entonces no me gustaba nadie mas)... nunca observé diferencias tan grandes entre todas esas actividades y aún sostengo la misma postura. Ahora me da por querer bailar, estudiar historia de la danza y escribir un análisis literario sobre el ballet romántico: vaya dilema.
Así que respondo a la pregunta que me hice hace tiempo: ¿Porqué Giselle? -¿Por qué no?
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