300 g
No quise perder mis propio record así es que tuve a bien "darle baje" a la mitad de los kisses que Alejandro, sabiamente, puso en mis ávidas manos. Mi madre levantó la ceja hasta el punto fronterizo con la raíz de su cabello mientras que mi padre consideró prudente retirar la caja de mi vista. El deseo persiste, sin embargo, confundido ya con la necedad e indiferencia ante el inequívoco crujir de tripas. Ningún mal puede venir de un manjar tan estético, brillante y perfectamente simétrico, menos de estos particulares de origen tan bien intencionado. Ahí están, contemplándome...invitándome. Nadie entiende que puede existir tanta sensualidad en el chocolate, tantos sobre-entendidos y la enorme capacidad de no tener que decir lo que, de ser audible, resultaría escandaloso para muchos. Me gustan los indicios.
3 Comments:
Es que te quiero chocolatosa. Sigo pensando en la tina. El mundo entero gira en torno a una tina. GRRRRRR
Diablos.. yo te entiendo.. bendito chocolate.. solo que me inclino por un delicioso kit kat.. no de los de barrita que estan sacando ahorita, eso si.
Mmh.. ya habia escrito y lo tengo que hacer de nuevo. Mugre. En fin, yo te apoyo, aunque te recomiendo esconderte, asi no levantan cejas y no esconden los chocolates : ) jejeje..
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