reposo auditivo
Una pausa tapatía hizo que mis oídos prefirieran el equivalente al "blanco y negro". Me fue difícil negarme a imitar el muy poblano acento de mis acompañantes y su excesivo interés por un vestido azul-agua que aparentemente vieron en la misma tienda; se mostraron tan sorprendidas por compartir tal vivencia que me hicieron sentir ajena a su pequeño círculo de iniciadas en esto del despilfarre patrocinado por "papá".
Escuchar a la terapeuta-bailarina hablar de libertad me llenó los ojos de sueño mientras de mis labios salían posibles interpretaciones de lo que tal noción significaba para mí (como si pudiera hablar de esto). Fue enriquecedor darme cuenta de mi hasta hoy oculta habilidad para mezclarme, para hablar de consultoría, pedagogía, ballet, noviazgos y vestidos azul-agua sin siquiera abrir la boca. Una vez más concluyo que la gente aprecia más a alguien que sabe escuchar.
Regresé con ganas de empezar algo, cualquier cosa. Para ello, me parece coherente buscar raíces en todo lo que me ha gustado de mi estancia por esta dimensión espacio-temporal. Retrocedo para tomar vuelo y a ver dónde termino.
1 Comments:
Que bueno que estas de vuelta. Te extrañe.
Todavia podemos soñar, solo que los nuestros son diferentes no crees?.
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