domingo, junio 19, 2005

a callar

Soy del momento que acaba de partirse en dos. Me hice parte del instante en el que me enseñaste tu espalda a lo lejos. Tomé un poco de este día para hacerlo mi vida entera y no me gustó. Es lo que hacen a veces, encontrar la media ¿no es así? nunca he sabido evaluar y como bien apuntan mis ausentes "amigos" tampoco soy buena para las conclusiones. Parece que me vienen bien los lamentos el día de hoy, quiero impedirme las quejas pero me salen, me brotan, me hierven... simplemente no tengo con quien hablar. Dios me libre de mí misma, convierto mis relatos en veneno y no conozco una buena forma de tirar el escombro que me sobra. las entradas están muy cerca y mi voluntad sigue menguando, tal vez sea cierto, no tengo porqué moverme, no tengo "por quién". ¡Qué valga el encierro, que se oiga el rechinar de dientes y la aceitada ansia que ha impulsado mis mezclas de letras! No soy yo quien impone el desquicio, ni siquiera gobierno mi pedazo de piel, no sé como manejar el triunfo como tampoco controlo la derrota, comienzan a parecerme lo mismo. No puedo ganar porque todo me da lo mismo. En medio del polvo, dentro de este sitio envenenado por el eco de mi propia risa-llanto-risa todo es del mismo tono de marrón pardo, difuminandose a nada. Hoy no es un día para compartir, y sin embargo opté por hacerlo público, mostrar el sonido del silencio que me agobia. Hoy soy eso, una ausencia preparada, cocinada, premeditada y completamente eficaz.