domingo, septiembre 04, 2005

Abuela:

Abrí tus libros, arranqué tus líneas, robé tus memorias y deduje tu historia. Mendigué por tu presencia, te busqué en tu tinta y encontré que eres enorme. Allá desde donde nos ves somos nosotros los pequeños. Ojalá regresaras, quisiera que tus ojos hablaran tu encanto; hoy parece que mueres y parece que luchas. A veces creo que invado tus designios, a veces creo que me llamas que convocas que buscas que te escuchen. ¿Querías ser leída? ¿Querías que te encontrara? Te preocupaste por el mundo, soñaste que tu fe fuera contagiosa, te sentías bendecida con tu nieta pecadora. No soy tanta virtud, ni siquiera sé cómo hablarte al oído ahora.
No voy a llorarte, no voy a despedirte... no te vas y punto. Si he de ser egoísta si he de parecer una niña abrazada a tu pierna impidiendo que sigas tu camino, lo haré consciente y voluntariamente porque para eso soy tu único defecto. No eres la abuela de nadie más, eres mi abuela et ton sommeil est aussi le mien. No creo entender tu fe, no puedo ver lo que viste, he fallado en seguir tu escuela, no pude creer y la biblia sólo me cuenta historias tuyas. Pero a ti te creo; si hay dios sólo tú lo conoces, si hay fe está en tu inteligencia y si la vida nos prepara para morir es en esa cama y en este tu sueño en donde se realizan todas tus ilusiones.
Voy a esconder tus letras porque también son mías. Voy a guardar tus oraciones hasta que me sean propias e intentaré gritarte hasta que despiertes; que tus libros sangran y tus letras adolecen, que tu boca no habla y tu voz no bendice, que tus manos no se entrecruzan y tu andar se perdió en la sombra... que estoy sola de veras, que tu nombre es mi evangelio, que sin ti no tengo ojos y me quedo sin público, que nadie te ve como yo te veo. Nos parecemos, nos parecemos, nos parecemos, somos lo mismo... tanto tiempo sin saberlo y hoy te leo y leo y leo y me leo toda, me defines y describes. Ambas entintamos para no ser olvidadas y al menos eso podré prometerte, abuela rosa, que tu mente será mía para recordarte mientras te vivo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

ella sabe que puede estra tranquila tu eres una de sus mayores obras su naquina jamas pudo ser mejor utilizada por alguien mas

martes, septiembre 06, 2005  
Blogger Miguel Àngel Zapotitla dijo...

buen material, triste, mi abuela felleció hace un par de meses

miércoles, octubre 12, 2005  

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