martes, febrero 22, 2005

Bla

Nos encanta. Estaríamos muy contentos de ahorrarnos la soledad. Adoramos su boca y su piel y un poco más las palabras. Es como si en usted hubiésemos encontrado la cima de la evolución de nuestra especie. Todos éramos unos bárbaros hasta conocerlo, gracias a su gentil persona hemos aprendido el misterioso arte del engaño y la decepción. Hasta ahora, nuestra feliz existencia tenía como única gloria la simpleza pero usted ha descubierto en nosotros la estupidez. Ahora sabemos lo que somos Señor Don Usted, podemos tomarnos de las manos y marchar en fila hacia el carajo: enorme y basto sitio en donde seguramente cabemos todos los pequeños nosotros. Aglomerados desde aquí sus enormes fauces podrían tragarnos pero en su ejemplar magnanimidad ha decidido otorgarnos la dispensa de soledad que le quedamos a deber. Hasta ahora hemos podido picotear de aquí o de allá para encontrar pedazos amargos de los nosotros que alguna vez fueron uno, pero ahora podemos encontrarnos todas las mañanas y saludar al hermano sol con la mano derecha después de haber compartido el aire de nuestras noches, todos nosotros. Cómo agradecer su dulce verbo de caramélico artificio y jugoso hiperbolismo, cómo regresarle un poco de la gran bendición de lluvioso desconsuelo que ha dejado caer sobre nosotros. Esta es nuestra tierra prometida Señor Don Usted, nos queda mucho suelo para llenar con sombras, mucho espacio para oler y temblar de miedo. Gracias por el verbo, gracias por la enorme mentira.

jueves, febrero 10, 2005

fierro

Me quedan muchas sonrisas que dar y muchas palabras que oír. Todavía no quiero moverme, no he querido cerrar mis ventanas del todo. Agradezco el silencio sólo porque conozco el ruido pero también aparto del desperdicio a toda esta música que se me enrreda entre los dedos. Pocas cosas me electrizan, conocemos una de ellas, al menos yo y algunas otras; la encontramos desparramada entre la piel de alguien más, nos invada y extermina como una plaga de pequeños impulsos sensibles. He tenido momentos así.
Antes caminaba intentando no pisar los bordes de las lajas de piedra o del marmol; antes no me saltaba ningún escalón; antes de amar no conocía la extensión precisa de mi nombre. Hoy llega hasta allá y no tiene que regresar; ha negado al espacio mi nombre, se hace inmenso en pequeños pedazos. Lo soplo como a los dientes de león, lo acaricio como a Andrómeda morada. Se siente leve pero se queda. Me mojo los labios y mastico al aire como si fuera...

martes, febrero 01, 2005


malos consejos Posted by Hello

ella y no yo

Justo cuando crees que te acercas resulta que te falta por brincar otro océano. Momentos antes de sentir la piel de su mejilla deduces que estás del otro lado del cristal. Te responde el frío de las paredes, el negro de tu risa y el continuo parpadeo de "bips" en tu teléfono. Levantas tu pierna lista para dar el "foetté" casi como si nada pesara, como si el aire estuviera a tu favor y luego regresas a la brillante duela sintiéndola desde la punta de tu nuca como un látigo de realidad. Los días parecen castigarnos a veces, parecen prometer cosas que nunca se cumplen ¿quien es humanista en estos tiempos? ¿quien se atreve a decir que no es indiferente? Siempre te estás llendo y hoy has notado que no puedes moverte; tus pies comienzan a latir con dolor y tu espalda se queja con la cama todas las noches. Tu baile es un ritual de apareamiento que ha quedado ridiculizado por todo el espacio vacío que te rodea; tu público de sombras y moscas no alcanza a percibir la naturaleza de tus giros.

Entonces te decidiste por generar humo. ¿Qué mejor que demostrar tu presencia con aros torcidos de humo? Pero ya dejaron de darte ánimos, es como un amigo que te abandona. Ya no te provoca emoción escuchar la chispa del encendedor, ya no te dan cosquillitas con la primer inhalación. Esperemos que la frigidez no abarque otros sectores...

Luego estás mejor, supones. Te acurrucas en el piso y te dispones a auto-abrazarte. Quisieras tener los brazos muy muy largos. Ojalá mañana.