lunes, mayo 30, 2005

Complots y carbohidratos

Demasiados chocolates y muchos encuentros con gente del pasado: eso son estos días. Una espalda mal hecha me impide bailar, no he hecho más que tomar fotos de las proezas ajenas e intentar ilustrar a las pequeñas con una experiencia que dudo poseer. "¿porque no brincas más alto?" y quieren contestar "¿porque no lo haces tú si tantas ganas tienes?" hey es mi chamba, me pagan por torturar párbulos.
Nos equivocamos de boda el sábado. Después de una hora sentados entre desconocidos nos animamos a preguntar. Siempre imagino complots, lo sé. Era muy poco lógico creer que todas las invitaciones eran diferentes a la mía pero yo lo creí "sí claro, seguramente a mi me tocaron las similares". Vaya paranoia, tengo que salir más seguido.
Te quedaste más tiempo esta vez y hoy no pude quejarme cuando te fuiste, tenía mucho sueño. Quisiera que te quedaras, no te lo diré de otra forma; no intentaré hacerte creer que me da lo mismo, no puedo hacerme pasar por una mujer "independiente" (ya no voy a permitirnos hacer señas de comillas con los dedos, tienes razón). Quisiera no volver a ver las gomitas de gusano y ahora tampoco quiero volver a ver las pasitas con chocolate... mi madre creía que cuando creciera se me quitaría la adicción a los carbohidratos, pero siento que ha empeorado.
Me encantó despertar ligera el sábado, adoré sentir lo que sentimos... gracias.

miércoles, mayo 25, 2005

escupir para arriba

Pocas veces me alcanza el obscuro como ahora. Hoy soy una de esas notas suspendidas sin melodía pero en constante viaje. A veces puedo acordarme con suficiente claridad de lo que se siente rodar en el pasto húmedo o esconderse bajo la higuera. Entonces no había que medir al tiempo, uno podía omitir la respuesta de cualquier pregunta y no importaba lo que uno quisiera ser de grande: enfermera militar o carnicero daba lo mismo. Estoy muy grande para tener nostalgia de mi infancia, pero creo que me salté la adolescencia.
Extraño poder decir "no sé" sin inventarme una pausa en la que pretendo buscar la información muy en el fondo de mi cabeza; me gustaría conocer lo que es ser realmente honesto. Aún ahora que pretendo escribir sin tanto esquema y evitarme quebrar mis palabras con "intención", no puedo evitar buscar decir algo. ¿Cuál es el objeto de la comunicación? No tengo idea de el lugar a dónde irán a alojarse mis palabras, si son demonios o saben hacer exorcismos. De pronto parece que lo único honesto es hablarse a uno mismo, pero quien es ese "uno mismo" sino otra construcción consciente. Aún cuando quisiera creer en el inconsciente me sigue sonando como una especie de plan B para cuando no nos funciona el esquema que tenemos, podríamos argumentar que la sociedad ha hecho tanto con nosotros pero que en realidad somos de "otra" forma. De haber una alternativa a quienes somos, seguramente no podremos tener acceso a ella, se quedó como una posibilidad, tal vez entre muchas, de los múltiples "yo" que pudimos haber sido.
No habiendo otra opción, opto por la ficción. Podría ser alguien más mañana si tan sólo fuera posible olvidarme de las personas que he sido. Intentaré el auto-engaño, voy a tratar de convencerme y de creerme mis construcciones (por patológicas que sean) a ver a dónde llego. Tal vez me cueste más trabajo diferenciar al sueño de la vigilia pero nunca he sido buena para eso, tengo memorias muy claras de cosas que soñé y olvidos imperdonables de lo vivido, así es que no hay gran daño.
Una de mis frases favoritas de alguien seguramente famoso cuyo nombre, al menos yo, no logré retener dicta:
"si la mente humana fuera tan simple que pudiésemos comprenderla, seríamos tan estúpidos que tampoco podríamos".
Otra de las favoritas dice:
"Yo soy quien soy"... ja, no he olvidado quien dijo esa. La diferencia entre los dos autores es que uno es Dios (o el ser que es, algo así como "el artista conocido como Prince -no perdonen la blasfemia-), y de Dios al menos sí podemos decir que sabe quién es; yo no tengo tanta congruencia.

martes, mayo 24, 2005

Rue Montorge

Quise regresar el tiempo a la ausencia más cercana, a ese momento de niebla en mis caricias cuando me parecías de madera. Es cómodo sentirme lejos cuando compartimos espacio, una maravilla cotidiana tener piel para los dos. Me acuso de haber nacido cerca y querer irme todo el tiempo.
Con frecuencia sueño que bostezo sin poder parar, como si ahora fuera ese mi lenguaje, y tiemblo ante la posibilidad de no poderte decir ya nunca que me quedan más uñas para arañar más lunas y dejarte dormir sin luz. Corremos la cortina como si no quisieramos despertar, como si el viento de afuera no tocara nuestras ventanas: el tiempo no es para nosotros. Se nos dan bien las violetas y el parpadeo de los focos no significa nada; estoy para la luz artificial y los papeles que encuentro detras del buró.¿Has visto la tela del cielo? cómo esparce al terciopelo hasta tus ojos. Haz que brillen de nuevo como aquel día cuando dijiste que habías llegado por fin, que no querías moverte y que tus pies pisaban al mundo entero en ese precíso momento.
Después ya no hubo oportunidad de mostrarte mi ombligo ni ocasión de ensuciarte con mis malos chistes. Se acumuló ausencia, se destrenzaron las horas que dejamos sin atención y ahora se cobran la nota, la larga espera infructuosa pero divina. Si hubo luz un día, si alguna vez sentí una caricia simultánea fue en el centro de nuestra pausa. En tibia pérdida de tiempo nos creímos todas nuestras posibilidades, para luego gastarnos los ojos entre distancia y recorrido.

lunes, mayo 23, 2005

Migraña

Se te barren las espadas sobre lo que parecía ser un pacífico encuentro de miradas. Te entierras en la cal y en la arena dando órdenes para que te olviden después de unas horas. Quedaste quieto, mudo y ansioso; aún no se te llenan las manos de polvo. Te vas a quedar allí hasta que te miren, vas a detenerte de un milagro como árbol transplantado aorillado a rincones estrechos. Vas a resbalarte en la esperanza de que venga aquí sólo para mirarte. Dejaste pistas en el camino, migajas de aromas y sueños recurrentes para que se le alborote el polvo de sus días. No permitiste que te acomodaran, quieres estar así, en esta posición incómoda. Bailan tus ojos asoleados, parece que se cierran pero no quieres dormir, te mareas. Ahora prefieres pensar con los ojos cerrados, acostumbraste a tus labios a moverse y hablar y hablar y hablar aún después de que tu consciencia te deja. Vas a quedarte aquí mucho tiempo.
Empujas a la luz, cierras las cortinas de tu vista y pones un hueco negro de por medio. Así, de nuevo sientes que te vas quedando solo, pero te sobrepones pensando en la mirada de la reina de espadas. Como vacía de ritmo, húmeda y flotante en la esfera de tu vista... se aproxima. Duele el pedazo de tierra que te acoje, transpiras burbujas de arena y cal y canto y crecen ante tus ojos aquellos párpados que tanto conoces. Mravilla de las sombras, ante el sol que no refleja, el diluvio de espadas, hirientes y hermosas. Vas tronando los dedos que aún sientes hasta que se te mueve el cielo y caes tendido... a orillas de la gloria, eres olvidado.

sábado, mayo 21, 2005

alpha

Caminaré los últimos metros hasta tu mesa y te daré esa mirada que ya es tuya. Seguramente estarás en medio de una plática a la que llegaré tarde y voltearás vertiginoso a encontrarte con mi "hola" esparcido y volátil. Tomarás mi mano y me indicaras que me siente, despostillando una sonrisa.
Preferiré rodar mis ojos hacia la salida y castigar al claroscuro con las sombras que llegan a embarrarse en otras mesas. Piernas y rodillas; codos y nalgas de malvabisco; alámbrico pelo enmascarando al cartón elástico de las caras. El piso vibrará y escucharás tu pulso acelerarse. Esta noche no saldras sola.
Hay gigantes en las esquinas, me atraparán por los pies. Desde tu mesa me darás un "adios" de veinte metros bajo tierra. Seré yo tu tierna infancia, tu saludo inicial y tu muérdago sobre la escalera: el principio del beso que seguramente me darás. Vas a llevarme estampada en tus manos después de quemarme en labios.
No me quedaré en tu mesa mucho tiempo, beberé el dulce viernes de un trago y me iré a vaciar la noche con luces de bengala. Soy de ese primer escalón, que te saltas siempre por subir de prisa; del cascabel con el que soñabas hace mucho. Llegaré muy despacio a matar al proceso. No habrá ventanas ni nubes ni grillos que me distraigan. Llegando. Verde limón. "Hueles a genjibre".

viernes, mayo 20, 2005

"fiscalizando mis acciones"

No sé porqué no he logrado admirar a Sor Juana y sigo pensando que hizo más daño que beneficio a la literatura en nuestro país. De alguna manera convirtió al quehacer literario en una montaña de ego, aparador para luchas personales. Los autores no deben convertirse en estandartes de ninguna ideología, al menos no conscientemente. Yo me quedo con el primer sueño de la monja, no me gusta su teatro y lo demás es sólo show.
Tampoco soporto a Emily Dickinson (con perdones para la aceituna), me parece demasiado sufridora y lloricona para mi gusto. A alguien se le ocurrió esparcir la idea de que la poesía era algo así como un pañuelo para plañideras incomprendidas. Eso de que Emiliy pidiera que al morir se quemara toda su obra me parece una soberbia tomada de pelo.
Estas dos señoras (o señoritas, no me consta) me son relevantes ahora porque me rehuso a seguir construyendo el engaño de que las mujeres somos algo así como un "misterio", como si estuvieramos conectadas con algo muy profundo... ya nadie cae con eso. Si lloramos lo hacemos por dos razones: porque nos da la gana o por chantaje, pero al crecer se nos olvida la diferencia. Francamente creo que estamos más allá de tener que demostrar que las mujeres somos seres pensantes (ya hay que superarlo...) y si somos feas no tenemos que justificarnos ante nadie y mucho menos tratando de parecer más listas o "ultra-mundanas".
He observado que algunas mujeres con puestos importantas y algunas otras profesionistas, han llegado hasta donde estan como una especie de reto y sienten que el mundo (y en especial los hombres) les debe algo. Lo más probable es que se queden esperando su aplauso. Muchas señoras de este tipo que conozco son o gordas u horribles y miran al resto de las mujeres con un gesto de desdén que puede traducirse como "soy una mujer liberada y no me preocupan las cosas mundanas". Es la mejor forma de ignorar a la soledad y engañarse con el feminismo más barato y enormemente dañino.
Ante eso, siempre está la opcion de ser "totalmente palacio". Nuestra situación es preocupante. No tiene nada de malo, al menos para mí, aprovechar las rebajas o probarse ropa que uno nunca compra. El problema aquí es pensar demasiado en lo que una "mujer" debe o no debe hacer. Seguiremos polarizadas por bastante tiempo, de cualquier forma yo evitaré caer en cualquier extremo, aunque me critiquen las de la BUAP (yo no estaba enterada de que es casi un "requisito" vestirse a la Rigoberta Menchú si estudiaste literatura).

miércoles, mayo 18, 2005

Cacería




Entre las muchas razones por las que Nabokov me parece sorprendente, su afición por cazar mariposas (aunque hay quienes prefieren referirse a ello como "coleccionar mariposas")es sin duda la mejor. No son sino pequeños seres horribles con lindas alas (enorme contradicción) así que no importa si dejamos que el diminuto cuerpo se pudra, lo que realmente importa es quedarse con las alas, si alguien hiciera eso con nosotros se estarían quedando sólo con nuestras uñas o bien, como en "The silence of the lambs" con nuestra piel (!). No importa lo que pueda opinarse sobre este hobbie extraño, lo cierto es que jamás podrán encontrar una mejor fotografía de Vladimir ¿o si?

temprano

No sé qué hago despierta a estas horas pero aquí estoy, temprano. He intentado tener días más provechosos pero nada me parece tan importante como para finalmente sentir que le saqué todo el jugo a la naranja. Hoy es un día para la abuela, así ha sido desde las 7:30 a.m. A estas horas puedo oler su pan tostado con mermelada y el café con leche de su desayuno, se siente bien el resumen de la mañana con mi abuela. Puedo imaginármela frente a la máquina de escribir (esa que me regalo en mis quince años y luego me la pidió de regreso, ja) articulando verbos y pensando en esta mañana.
Algo pasa con las mujeres después de tener hijos; se vuelven (me excluyo por aquello de los hijos) ineficientes con cualquier electrodoméstico, TV, video y ya el DVD se convierte en una tecnología avanzadísima. Con la abuela nunca ha sido así, lo único que odia es cambiar las pilas a su control (no tengo idea de porqué); sólo a mi me permite alterar la delicada configuración de su televisión (dígase subirle al volumen, cambiarle de idioma y a veces hasta de canal).
Esta noche soñé de todo o, mejor dicho, me acuerdo de todo lo que soñé. Pasé por el embarazo, por una estancia breve en lo que parecía ser un centro comercial subterráneo y me convertí en la copiloto de alguien que decía que "a las curvas hay que amarrarse". Igualmente variado es el estante de libros a mi derecha (lo menciono porque recien me di cuenta): uno puede encontrarse a La Regenta a un lado de Les Lys dans la vallée y junto al ¡libro de mormón! El primero lo odio, al segundo le ha pasado de todo para perderse justo cuando decido seguir leyendolo y al tercero no puedo verlo sin sentir pena por mis amigas perdidas en la espesura de la culpa (hasta por beber café). Lo que me recuerda que mi café se enfría en la cocina...

lunes, mayo 16, 2005

"cómo pasa el tiempo"

El tejido de mis caricias se consume con la lluvia. Mentiría si dijera que nada nos afecta y sin embargo la luz nos sigue a través de todo el escenario. Aún somos espéctaculo para el silencio. Me llevas a lugares de donde salimos con el sol y me pones tu voz muy cerca de mi oído para preguntar mis reacciones. Después me tiras al día así de pronto como el lienzo de la cama destendida. No sería necesario arreglarnos para salir, no veo cómo llegamos a querer irnos. Dicen que al que no se mueve se lo comen los gusanos y que amanece para que uno despierte y entonces ¿cómo es que a veces se vive más durmiendo?
Bordamos túneles de escape y nos atoramos en los nudos de hilo rojo. No parecía que encontraríamos lugar para acomodar todas las marañas pero lo hicimos. Siguió el abrazo y el aplauso general del vacío. No hay eco, nadie nos sigue y no vemos más allá de la luz circular que nos retiene en el centro del foro. Estamos barnizados de pausa, de intermedio; estamos metidos en ambar, rociados por una miel muy espesa; flotamos detenidos, suspendidos, inmovilizados: ahora estamos juntos.
Estas por debajo de tus párpados, encerrado. A veces tu calma, otras tu ira, hoy tu indiferencia. Déjame buscarte de nuevo, como la primera vez. Permite que te encuentre en todas las fuentes, en San Jaime, en los metros sin chofer, en todos los estantes de todas las bibliotecas. Seré la mirada sobre tu espalda, la única gota que te moje y el incienso de tus tardes. Enséñame a bailar como tú bailas, en el centro de la plaza sin quitarme tu mirada de mis párpados. No puedo cerrar los ojos si no me miras, dame el espacio entre los dos: eso somos.
Los domingos nos llenaron de amenazas. Uno siempre piensa en "mañana" los domingos. Tengo ganas de correr como cuando era niña, hasta sentir que mis piernas se separarían de mí y seguirían corriendo solas. Los domingos estaba siempre arriba en el árbol, antes era una gran proeza pero la última vez que lo hice llegué a la cima en dos minutos. Te regalo mi tiempo, yo no sé cómo se usa.

domingo, mayo 15, 2005

canvalache y combinaciones

Otra vez el día me comenzó sin sol. Desperté sólo porque me intrigó saber qué hora era, de otra forma pude seguir y seguir acumulando horas de vuelo. Sé que hay algo así como "reloj biológico" pero no lo conozco. Me gusta meterme a la regadera en la madrugada cuando no oigo ruido alguno y caminar por la casa vacía, a obscuras reconociendo de memoria a las paredes, muebles y puertas... tengo un andar sin prisa aunque la gente dice que camino rápido... Me gusta escribir aquí.
Me gusta ver al cielo porque imagino que alguien más puede estar viendo exactamente al mismo lugar que yo y al mismo tiempo; uno se siente conectado cuando se comparte algo tan grande. Oyendo cierta música me pasa lo mismo; recientemente se me ocurrió bajar Kaaza (grave error) y me encantó saber que hay tanta gente que ha oído exactamente lo mismo que yo. Hoy no me quiero sentir ni especial, ni diferente, ni única: hoy no quiero estar sola en tanta noche y tanto espacio.
Creo que la soledad es tan necesaria como la melancolía. Estoy convencida de que me la invento cada vez que la ocupo. Me lleno de saludos y buenos deseos, besos sin labios y manos apretándome; nadie se queda.
* * *
Intenté escuchar a Verdi hoy... sigue sin gustarme. Supongo que es cierto: no te puede gustar Wagner y Verdi al mismo tiempo, o tal vez no me gustan sus diálogos, la Traviata saca lo peor de mí. Wagner, en cambio podría decirlo todo con los leitmotivs y lo que dice es siempre justo lo que hacia falta. Wagner es el perfecto ejemplo de la separacion autor-obra; no sé porque la vida le da tanto talento a gente tan despreciable. ¿Cómo puede hablar de amor y convencernos alguien como él?
Wagner es otra de las cosas que comparto, gracias a él aún me quedan pláticas con mi padre y despertares suaves (recomiendo despertar escuchando el "Idilio de Siegfried").

sábado, mayo 14, 2005

Espuma

Me acorde del sol encaramelando mi piel y de las millones de agujas en las que se convierte el agua por breves instantes después del primer clavado. El calor que incendia la melanina se siente de pronto como un latigazo envolvente de transparencia... y estas ahi ahora. Rozando el piso de azulejo con el dije que tiene tu inicial escuchando el campaneo haciendo eco en lo profundo. La luz de arriba se rompe en pequeñas lunas y triángulos sobre tu espalda. Hilos de cabello van y vienen, navegantes del vacío, ondulando el sueño de un día de gelatina. Ojalá el aire perfumara como el agua, quisiera que el viento no se llevara mis horas y mis sonrisas. Quedaron unas cuantas ojas secas al fondo, por encima de un charco que aún refleja mis labios partidos. Hay magia de vez en cuando, el resto del tiempo nos ahogamos en aire, matando a esos días en los que todavía creías que se te podía quitar el frío. El aire ya no me moja ni saca espuma en mis palabras. El olan de mis vestidos se secó sin sol, estirado entre la selva de ropa de viento.
No pido sino una brisa. Quiero un movimiento completo de cuerdas y percusiones. Hoy odio al aire que trajo las palabras. No quiero estar aquí cuando regresen. Mis manos se cansan ya de almacenar esas últimas gotas que aún no se secan, las quiero aquí para siempre, que se queden. Miré los ojos escupiendo la misma agua profunda, clavé mi voz en párpados cerrados y encontré a ese tiempo olvidado detras de los cadáveres del verde-hoja. No me lo puedo quitar de la piel que se seca.
Aquí voy a quedarme como la rama del arbol que cortaron, como el polvo de estos días, como sin nubes, como si nada.

viernes, mayo 13, 2005

fuera de lugar

Terminando al fin, aunque mucho me temo que esto sólo sea el principio. Es risible pensar que mañana me voy a levantar a las siete. Tengo la cabeza llena de nombres y de palabras que no uso casi nunca. Después de dos semanas de tragedias bibliográficas y desvelos he perdido toda perspectiva sobre la calidad de lo que escribí. Por alguna razón encuentro cierto descanso en estas líneas, más propias y honestas.
Mi cama se rehusa a recibirme, la he ido montando de artefactos varios de usos múltiples y de libros que al final no voy a ocupar ("ocupar" que fea palabra para referirse a un libro). No quiero desmotivarme pero hay pocas cosas que podrían levantarme el ánimo ahora... el café ya no es opción.
Tal vez la regadera. Ojalá quede un poquito de agua medianamente tibia. Ojalá no ahuyen los perros. Espero que no me maree en la carretera mañana. No estoy hecha para el traslado, y definitivamente tampoco para dormir menos de dos horas (ni yo ni nadie, claro). ¿Soy yo o me contagié? Me siento muy poco especial, me encantaría tener un planeta para mi sola aunque tuviera que compartirlo con un bahobab (¿asi se escribe?) como en el principito. Por cierto que la ciudad de Lyon no vale tanto la pena, sobre todo si uno viaja con poco dinero y con un acompañate que vaya de mal tercio... ¿porque hay un par de calcetines rallados en mi librero?

martes, mayo 10, 2005

Gisela

- Esto tiene que ser complicado, supongo, te despides.
- No me quedan ganas de dormir y aun siento al polvo en las plantas de mis pies, digo-Sabes bien que no puedo profanar mis sábanas con polvo.

Después se vuelve a escuchar el aletear necio de la avispa afuera de la ventila,
apagaste la luz y sirvió para su silencio. Me devolviste la ceja levantada y no quedó mucho del saludo con el que me "bienveniste". Perdimos la cara en el espejo mientras me cepillabas el cabello húmedo. Cada vez lo haces con mayor cuidado, sabes que se revienta facilmente.

- ¿Vienes?
- No, dije, aún no encuentro porqué Gisela decidió maquillarse aquel día en el museo de la Higiene.
- ¿y porqué importa tanto?

El asunto con Gazapo me tenía alterada. "Gisela" me parecía estúpida pero fascinante, extrañamente quise parecerme a ella cuando subió a la cama escapando de su amante. Quise encontrar un letrero en el espejo para deformar mi mueca de noticiero de las diez.

- No tengo idea, pero tengo que hacer que importe.
- Ya duérmete, recomiendas.
- Ahora.

Doy vueltas y vueltas a las páginas. Es impresionante. Hace mucho que no siento esto, no podré dormir aunque lo intente. Tiene que ser esto, me recuerda cosas pero no sé de cuándo. Tal vez mañana me paguen y pueda adquirir una copia propia, una que no esta rallada por estudiantes circuladores de adjetivos arbitrarios, aunque confieso que ni eso me distrae.

- No te duermas, imploré, no me interesa que mañana tengas que pararte a las siete. Dime que soy más importante- Siguió tu sobresalto.
- Te diré que eres más imprudente si quieres.
- ¿ah si? ¿más imprudente que cuando?

* "tu" apareces como desconectado.

domingo, mayo 08, 2005

De regreso a la pubertad

"Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé"... así empieza el tango para concluir que ningun siglo ha sido tan atroz como el XX. Mi padre opina que Hitler habría estado buenísimo de no ser porque se le ocurrió matar a los judíos. Mi padre forma parte de la creciente tendencia social por creer que estaríamos mejor con un dictador (!). Yo no puedo sino escandálizarme y de alguna manera me siento de la misma forma que cuando alguien dice "vámonos a dar un baño de pueblo a visitar Cuetzalan": lo que tienen en común mi padre (más sus homólogos de opinión) y aquellos que creen que las blusas chiapanecas son "chic" es la ingorancia y la distancia a experiencias que permitirían una mejor opionión sobre los asuntos en cuestión.
Primero; para bien o para mal en México desde la revolución no hemos tenido que mandar a nadie a la guerra (salvo por el simbólico escuadrón 201 y los desafortunados chicanos en Iraq). Es un hecho que las economías de las naciones implicadas tanto en la primera y la segunda guerra mundial se vieron fuertemente beneficiadas por las mismas, ha sido una lección bien aprendida por los gringos (los llamo así porque ningún otro gentilicio les queda) quienes no dejan de darnos ejemplos de ello. De manera que, a mi juicio, estamos mucho mejor como tercer mundo que como nación generadora de idiotas y de billetes verdes.
Segundo; los indígenas no son un tema, sin embargo desde mi punto de vista no puedo acercármeles de otra forma, si lo intentara estaría desvirtuando su idiosincrasia y su discurso. El conflicto al que se enfrentan, en teoría, se soluciona a través de la educación, pero no es así de sencillo ya que es un asunto multifactorial que engloba elementos como la lengua, el discurso oficial (oficial ¿para quién?), intereses pólíticos, etc. Yo también volteo la mirada cuando me piden dinero en las esquinas, yo también desconozco su lengua (aunque dediqué un año a "intentar" comprender el nahuatl) y yo tampoco tengo idea de como lograr que vivan mejor.
Tercero; estudie con los gringos, me becó la Sra. Jenkins, tengo muchos amigos de ese país (pseudo-nación) y ciertamente tengo algunas cosas importantes que agradecerles. En general desprecio el "american-way-of-life" su televisión, su publicidad, su política de estado y su manía por distinguir a cada grupo social con una palabrita simpática (como "latino" o "spik")entre otras muchas cosas. A pesar de lo anterior, no puedo justificar una postura anti-gringa porque soy, aunque no he tenido opción, capitalista.
Todas estas cosas me molestan, sobre manera. Me molesta no poder establecer una postura sobre ninguna de ellas. Odio vivir a expensas de quienes tienen menos y odio quejarme de esto porque se lee como algo muy superficial. Uno trata de ser honesto, profundamente sincero con uno mismo y terminamos por darnos cuenta de que es una tarea imposible. Es muy poco lo que hay en cada uno de nosotros sobre lo que podemos ejercer control: traemos un programa genético por un lado, recibimos influencias durante la infancia maleable y por si fuera poco estamos constituidos y construidos a base de la contradicción.
Ser adulto es tener la capacidad de mentirse a uno mismo y creerse. Ser adulto es poder bajar la mirada a quien te necesita, encontrar placer en situación externas a nosotros (como la comida en exceso). Ser adulto es asqueroso.

sábado, mayo 07, 2005

Conjunciones

Si supiera cómo le pondría música a mi blog. Tengo varias opciones; primero pensé en "In-a-gadda-da-vida" de Iron Butterfly, o bien "The sunshine of your smile" tocada por Jimmy Hendrix pero ambas rolas me recuerdan mucho a mi jefe. El segundo de Rachmaninov es demasiado para mi humilde espacio. Tal vez algo de Nina Simone, últimamente me anda llamando mucho la atención.
Una de mis alumnas, de siete años, se burló de mí hasta cansarse cuando encontró un CD de José José en mi aparato de música -ahhh, las nuevas generaciones me dan ternura. Tengo alumnas de 18 que se van a Cancun de viaje de graduación y a ellas no puedo sino envidiarlas porque no puedo ni imaginarme a mis padres dándome 10 mil baros para gastarmelos en pedas y sus consecuencias. Uno piensa que la universidad lo va a cambiar todo, que es ahí en donde realmente uno se divierte (triste ingenuidad). El asunto es que mis amigos siguen siendo los mismos desde la primaria y las "amistades" que cultivé en la universidad no me han vuelto a llamar desde que salí. Sí ya sé, las buenas amistades no tienen que verse a diario, sin embargo parece que las mías no sobrevivieron el cambio de rutina. En general podría aseverarse sin problema que la mayor parte del tiempo estoy sola.
Lo que sí no haré de nuevo nunca será ir a una tocada de Trova... no sé qué demonio se les metió a todos los poblanos por alabar a cualquier ente con una guitarra, y encima ni siquiera han acabado de entender el propósito original de la trova: la denuncia. Los poblanos no estamos hechos para digerir materiales tan espesos, por eso nuestros máximos intelectuales son Pedro Angel Palou y Ángeles Mastretta (que dios se apiade de nosotros). A eso sumémosle nuestro afán por ser "gachupines" aferrándonos con fuerza al quizá único pariente insular que se tenga, a veces incluso de mas de siete generaciones atrás. Al final del día, la única diferencia es la posibilidad de ir a nadar al "parque" y poder decir que uno va al "cole" mientras se lee el "hola" para averiguar las últimas de la reina madre... Y bueno, ya el colmo son los Papa-fans quienes transformados en neo-profetas vienen a decirnos que el papa predicaba humildad mientras los realmente humildes donarían lo poco que ganan completito para una iglesia de marmol blanco.
Y como ya estoy sonando bastante quisquillosa y panfletaria creo que mejor corto por ahora.

viernes, mayo 06, 2005

Compromisos conmigo

Es bueno estar de regreso, aunque una ausencia (por no decir pausa e incurrir en ciclos mentales paradógicos) de un mes no es tanto. Tengo algunos monstruos y quimeras que combatir, uno de ellos es el aparato académico-selectivo de la UNAM. No contentos con hacerme sentir de 5mm de altura ahora resulta que debo cambiar la dirección de mi proyecto de tesis, me queda una semana de las dos que me dieron para redimirme. Hoy sé que se tratará de Salinger y su fabuloso "The catcher in the rye", esperemos que lo vean con mejores ojos. El hombre de la mirada perdida y de las escasas palabras que funjió como inquisidor en la tan sufrida "entrevista" tal vez piense dos veces antes de criticar mi "formación ecléctica" cuando se dé cuenta de que también he aprendido a partir madres cuando me enfurezco.
Otro monstruo es la frustración. Uno se cansa de tener que encontrar explicaciones y justificaciones racionales para todo lo que pensamos y hacemos. ¿A dónde queda la viscera, el instinto y sobre todo las hormonas? ¿Por cuál cruel designio me ha tocado tener que hacerlo tantas veces? La frustración es causada por la falta de interés general en lo que a mi entender es de imortancia suficiente como para ser estudiado. Ahora no me queda más que olvidarme de Giselle, de Coppelia, de Odette y de todo tipo de Sílfide etérea, ni yo he podido traerlas lo suficientemente cerca de la tierra como para que las dejen de mirar con escepticismo.
El hombre de las pocas palabras se aseguró de dejarme muy claro que esta vez debo concentrarme en textos escritos... vaya necio. Ya sé que parecen patadas de ahogada, e intentos de mi ego por salir bien librado de todo esto pero esta vez sé que tengo razón, o la tuve ya no me acuerdo.
¿Que entendemos por eclecticismo? De acuerdo con la RAE: Escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.. mhm... no suena tan mal ¿o si? sobre todo si consideramos que lo que quiero estudiar es una maestría en literatura COMPARADA.
De niña veía Candi-Candi y escuchaba a Frank Sinatra. Después me dio por ver y ver y ver Alicia en el país de las maravillas y escuchar a los Beatles. Luego me dio por leer y escuchar a Chopin (en ese entonces no me gustaba nadie mas)... nunca observé diferencias tan grandes entre todas esas actividades y aún sostengo la misma postura. Ahora me da por querer bailar, estudiar historia de la danza y escribir un análisis literario sobre el ballet romántico: vaya dilema.
Así que respondo a la pregunta que me hice hace tiempo: ¿Porqué Giselle? -¿Por qué no?

jueves, mayo 05, 2005

1,2,3 por mí

Gracias Humberto Eco por describir al "lector in fabula" sin él no estaría aquí todavía. Todos somos ficción y por fortuna aún tenemos armas contra la tirnaía televisiva del "reality show". Exhorto al silencio, no importa, bien vale la pena el ejercicio de la contradicción. ¿A mi quién me obliga a ser congruente?
Fuí, cerré los ojos y fracasé (no soy Julio César): la materia de los sueños, el efecto del tiempo, el desuso de mis letras pudo más. Quién sino yo para engañarme, para mí las girnaldas de plástico porque así durarán más tiempo. Siempre he recordado mejor lo que imagino que lo vivido. Es así como en esta República de a mentis puedo inventarme hasta mis memorias.
Gracias a quienes han aterrizado por acá alguna vez. Últimamente me he dedicado a asomarme por ventanas como esta (y otras, muchas, más sofisticadas que la presente)y decidí safarme de interpretaciones meta-físicas y trascendentales sobre los bloggs (ja) y ser hedonista (como recomienda Jorge) para escribir sólo por el gusto de hacerlo.