martes, junio 28, 2005

Me quedo en silencio. No estoy para nadie.

domingo, junio 26, 2005

es válido

Tengo ojos para cerrar. Mientras.
Tomamos manos y enrredamos dedos
como al sol
el día aquel de angustia.
Amarrados al obstáculo compartido nadamos
entre cristal de encaje llenos de sonrisas
fuiste desconocido,
ya no.
Dedos en magia contagiados
alumbrando encuentros
tiranos entrelazadores de ausencias,
soledades.
Perlas lágrimas.
El viento a mi no me moja,
enloquece.
Racimos de uñas eclipsando
naranjas por ojos y dedos roídos,
es mi ansia tuya tan lejano.

sábado, junio 25, 2005

"for no-one"

Una espera viene siempre acompañada de otra. No hay nuevas noticias la pausa se hará eterna. Cambiará el tono tal vez, pero no será por mi voluntad (¿cuándo lo ha sido?). Ahora parece que ya no tengo otro lugar aparte de este. No tengo abrazos, no me esperan sonrisas, no seré vista. He pasado a ser un "pasivo" en contra de mis deseos, pero no soy yo quien decide (¿cuando lo he sido?).
Me voy a pintar de azul junto con la pared, me llenaré los ojos de aire para que se sequen ya. Voy a estornudar los tornillos que siento en la garganta... y te voy a esperar.

miércoles, junio 22, 2005

densidad póstuma

¿De qué sirve homenajear a los muertos? ¿De dónde nos salen ideas tan malas?
Hoy se organizó una de esas "puestas en escena" de indecorosa y dudosa calidad bajo el pretexto de rendir un tributo a la desaparecida maestra de ballet. Mi ego lo disfrutó mucho, por comparación. Soy una horrible persona, pero es ya demasiado tarde para corregirme.
Habría que definir en primer lugar aquello que llaman "gracia" antes de aventarnos a robustas mujerzotas disfrazadas de pan de fiesta en tules y gasas vaporosas. Hizo falta el hielo seco en demasía, hizo falta contratar a un especialista en camuflaje de escenario, entonces sí no habría nada qué decir contra esto. Yo, por mi parte sentí mucha ternura por las buenas intensiones de todos esos padres de familia involucrados en el ballet poblano, sintiéndose una especie de "élite benefactora de las artes"; por otro lado no pude evitar conmoverme con la mirada de estremecimiento desplegada ante los esculturales cuerpos y poses tan clásicas y armónicas dignas de un curso de verano en el acua-aerobic´s más cercano (aunque me parece que ese género híbrido ha cesado de existir).
Agradezco este espacio de depuración inmediata ya que mi falsa mueca de aceptación no podía durar mucho más. Llevo una vida entera tratando de organizar mi mente para poder ser enteramente sincera (al menos con migo) pero este tipo de "producciones" despiertan lo peor de mí y me hacen sentir absolutamente hipócrita, y lo más horrible es que encima tengo que sentirme mal porque no pude aplaudir los esfuerzos de un conglomerado de "bailarinas" con las buenas y nobles intenciones de hacer un merecido homenaje.
¡Rigor!

lunes, junio 20, 2005

lágrimas, Brunhilda y manifiesto

La gente se pone triste a veces. Se sienta a bajar sonatas de Bach y escuchar nocturnos de Chopin como para que "amarre" (así diría el abuelo). Después nos desconectamos, nos aislamos nos embarramos en nuestro dolor particular y nos juramos ser los únicos que se sienten miserables... sólo yo y talvez algun niño afgano. De pronto parece que la música se hizo para eso, pero entonces, ¿como explicar a Strauss? No soy nadie para juzgar, sólo puedo verme duplicada en notas algunas raras ocasiones, especialmente después de pasar mucho tiempo sola y haber regresado de un paseo nocturno tras perseguir los focos rojos detras de los autos.
El asunto es así: no tengo palabras ni tiempo suficiente para buscar más. Lo dicho ha quedado en el aire y dado que la gente triste decide dejarme fuera prefiero escuchar cómo rebota Brunhilda en mi cabeza. Ella perdió toda su fuerza después de ser desvirginada por Gunther, creo... sólo que Wagner parece haberlo olvidado en su ópera. Es recomendable, me permito dar palmadas en los hombros de la gente y decirles "lée el cantar de los nibelungos" pero no creo que nadie más lo encuentre placentero.
Así que encuentro a mi "divergencia" verbal no sólo favorable sino infalible para combatir a todos esos pensamientos cruzados que acechan furtivos mi mente en busca de acabar con mi inconsciencia y hacer de mí una persona decente. Me encomiendo a los "antiguos espíritus del mal" y les pido disculpas por mi tardía apreciación de Vivaldi y Scarlatti (era más berrinche que repudio).
Que el alma sea siempre más grande que el tiempo que se come al cuerpo, y ¡Qué viva Descartes! ya que los manifiestos están tan de moda, siempre es mejor un filósofo filoso que el "mole de guajolote" estridentista.

domingo, junio 19, 2005

a callar

Soy del momento que acaba de partirse en dos. Me hice parte del instante en el que me enseñaste tu espalda a lo lejos. Tomé un poco de este día para hacerlo mi vida entera y no me gustó. Es lo que hacen a veces, encontrar la media ¿no es así? nunca he sabido evaluar y como bien apuntan mis ausentes "amigos" tampoco soy buena para las conclusiones. Parece que me vienen bien los lamentos el día de hoy, quiero impedirme las quejas pero me salen, me brotan, me hierven... simplemente no tengo con quien hablar. Dios me libre de mí misma, convierto mis relatos en veneno y no conozco una buena forma de tirar el escombro que me sobra. las entradas están muy cerca y mi voluntad sigue menguando, tal vez sea cierto, no tengo porqué moverme, no tengo "por quién". ¡Qué valga el encierro, que se oiga el rechinar de dientes y la aceitada ansia que ha impulsado mis mezclas de letras! No soy yo quien impone el desquicio, ni siquiera gobierno mi pedazo de piel, no sé como manejar el triunfo como tampoco controlo la derrota, comienzan a parecerme lo mismo. No puedo ganar porque todo me da lo mismo. En medio del polvo, dentro de este sitio envenenado por el eco de mi propia risa-llanto-risa todo es del mismo tono de marrón pardo, difuminandose a nada. Hoy no es un día para compartir, y sin embargo opté por hacerlo público, mostrar el sonido del silencio que me agobia. Hoy soy eso, una ausencia preparada, cocinada, premeditada y completamente eficaz.

jueves, junio 16, 2005

no es lo mismo

Mezclo propuestas. Parece que estoy en un dilema del tipo con el que nunca antes me había enfrentado. Hoy no quiero dividirme, ni parecer perdida pero la única verdad es que me estoy paralizando. Cualquier rincón a donde mire implica tomar una decisión crítica... "pero si sólo estoy yo"... no es verdad.

miércoles, junio 15, 2005

pausa amenazada

Viste partir al cielo lleno de aire frío. Tus dedos, tus labios y tu cabello, todos perturbados por la huida escurrida del día perdido. No fue suficiente tierra, ni velocidad en la mañana, sentiste la música en los kilómetros y kilómetros recorridos, desbaratando al tiempo de humo. Ya perdiste la cuenta y no te quedan más dedos... sigue, sigue, no te pierdas tú también. ¿Cuál fue el camino de entonces? Ya no recuerdas. Llegaste a los mismos arbustos escuálidos y ahora más amarillentos, como los dientes de aquel hombre. Lo bajaste en la capilla del "niño cieguito", aquel despojo de fe en ridículo atuendo (y hablo del hombre, no del niño). En otros días fueron tus noches las que partieron mi silencio. Esos momentos en crisálida se desenvolvieron con cautela y malicia. La pereza termina y se deshace la pausa de mazapan apretado con fuerza. Vas desdoblando el azúcar, calentando caramelo de tiempo sedimentado. Los gritos no llegan ni a eco, te rebota el lino y el algodón como el vapor de perfume que te hiciste en la voz del ausente. Ya te vas, ya te vaaaaaaaaaas...

martes, junio 07, 2005

Breve recuento de un virus persistente

Desde este cuadro aislado el piso hierve. Aquí observo el ficticio movimiento del viento acariciando apenas la piel de esta noche. Me fluye el sol por la nariz, como si quisiera enfriarse adentro de mi. Mi cuerpo parece rechazar el contacto con el exterior y soy ahora víctima de mis pies que no se mueven. La voz canta cortada sin poder seguir a Kiri T. Sí volví a intentarlo, aún siento que algún día las notas saldrán solas.
Se me acusa de indiferencia, me reclaman y reclaman y reclaman... y reclaman. Compruebo que estan en lo cierto, no me importa. Me baño por la madrugada con agua fría desde hace meses, volví a los chocolates y al humo. El río que tengo por nariz me quita el espíritu, se me va impregnado en los pañuelos desechables, lo juro.
Soy parte del agua que me tomo. El aire que avienta el ventilador es el suspiro de hace dos horas cuando me dejaste la respiración cortada. Yo soy la enferma y la enfermedad, ja ja ja... somos una.

jueves, junio 02, 2005

Perlas azules

Llevaba mis canicas a la primaria en una caja de Chivas, nadie decía nada porque era muy linda (plateada con relieve) y a demás era el único lugar en donde cabían. Mi abuelo me enseñó a jugar una tarde en su cabaña de herramientas; me ganó la mitada de mis canicas y nunca me las devolvió, era lo justo. Después de su muerte esperaba al menos consolarme con la recuperación de mis canicas pero nadie las encontró; hasta la fecha sigue siendo un misterio el paradero de mis perlas azules.
Tenía once años cuando le dio el infarto. Me sentí culpable durante mucho tiempo porque no sentí ganas de llorar. Esa tarde me dejaron en casa de mis primos quienes tenían la comanda de distraerme... lo peor es que lo lograron muy fácilmente, como a la media hora ya estaba riendo.
Mi abuelo era pediatra y odiaba tener que inyectarme. Estaba convencido de que si lo hacía, yo lo recordaría con rencor, la triste verdad es que lo recuerdo muy poco.
De mi abuelo queda un sillón rojo, su foto de generación y muchísimas herramientas pintadas de amarillo para personalizarlas. Mi abuelo se me perdió en la memoria, decidí recuperarlo junto con mis canicas pero ahora que lo pienso tal vez nunca tuve perlas azules, tal vez con el tiempo me convencí de haberlas visto brillar; mi abuelo también parece brillar mejor en los recuerdos que me invento.